Los Buccaneers de Tampa Bay perdieron un reñido partido de 36-30 en tiempo extra contra los Falcons de Atlanta, con demasiadas tacleadas fallidas como un factor crítico en la derrota. A lo largo del juego, la defensa de Tampa Bay tuvo dificultades, permitiendo que el mariscal de campo de Atlanta, Kirk Cousins, acumulara 509 yardas aéreas y cuatro touchdowns.
La Defensa de Tampa Bay Sufre
La incapacidad de los Buccaneers para asegurar tacleadas claves permitió que los Falcons extendieran jugadas, convirtiendo avances cortos manejables en yardas significativas.
El partido culminó de manera dramática en el tiempo extra cuando Cousins conectó un pase con KhaDarel Hodge para un touchdown de 45 yardas. La jugada se debió principalmente a una tacleada fallida del esquinero de los Buccaneers, Zyon McCollum.
McCollum se había posicionado bien para desviar el pase a solo cinco yardas de distancia, pero no pudo contactar el balón ni derribar a Hodge, quien quedó con el campo abierto para sellar la victoria.
El entrenador de los Buccaneers, Todd Bowles, reconoció el esfuerzo de McCollum, pero subrayó la oportunidad perdida, declarando: “El muchacho salió a hacer la jugada… simplemente falló el balón y falló la tacleada”.
Bowles enfatizó que el equipo se había posicionado correctamente en varias situaciones durante el juego, pero que las malas tacleadas socavaron su capacidad para finalizar esas jugadas.
Los problemas defensivos de Tampa Bay no se limitaron a una sola jugada. Según Bowles, las tacleadas fallidas fueron un tema recurrente, ya que varias recepciones de corto alcance se convirtieron en avances más largos debido a la incapacidad de la defensa para derribar rápidamente a los receptores de Atlanta.
Señaló numerosas jugadas de “captura y carrera” donde los Falcons capitalizaron recepciones de 5 yardas y las extendieron a grandes avances. La defensa de los Buccaneers, que había sido un punto fuerte en juegos anteriores, se vio expuesta, y esta derrota coloca a ambos equipos—Tampa Bay y Atlanta—con un récord de 3-2, empatados en el primer lugar de la NFC Sur.
Áreas de Mejora
Este revés es un golpe para las aspiraciones de Tampa Bay de ganar su cuarto título consecutivo de la NFC Sur, y el equipo es muy consciente de los desafíos que les esperan. En su próximo partido, se enfrentarán a otro rival divisional, los Saints de Nueva Orleans, que también será de visita el 13 de octubre.
Mejorar su ejecución defensiva, particularmente en las tacleadas, será una prioridad clave mientras se preparan para ese partido. Además de las mejoras tácticas, los Buccaneers también esperan recuperar a todos sus jugadores lesionados, ya que tenían a 14 jugadores en el informe de lesiones antes del partido contra Atlanta.
En la ofensiva, el mariscal de campo Baker Mayfield tuvo una actuación sólida, completando 19 de 24 pases para 180 yardas y tres touchdowns, sin lanzar ninguna intercepción. El juego eficiente de Mayfield ayudó a los Buccaneers a construir una ventaja de 30-27 al final del último cuarto.
Sin embargo, la defensa no pudo contener a Cousins y a los Falcons, permitiendo que avanzaran por el campo para empatar el juego. Younghoe Koo anotó un gol de campo de 52 yardas al expirar el tiempo reglamentario, enviando el juego al tiempo extra.
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Reflexiones Tras el Encuentro
Reflexionando sobre el partido, Mayfield comentó que en varias ocasiones sintió que los Buccaneers tuvieron la oportunidad de cerrar el encuentro. Expresó su frustración porque se llegara al tiempo extra, diciendo que si hubiera aprovechado por completo sus oportunidades, “tal vez ni siquiera debería haber sido una situación de tiempo extra”.
A pesar de las oportunidades perdidas, Mayfield mantuvo la compostura, habiendo jugado un partido limpio y eficiente.
En el lado defensivo, el profundo Christian Izen hizo eco de los comentarios del entrenador Bowles sobre el posicionamiento correcto del equipo, pero con fallos en la ejecución de jugadas clave. Izen enfatizó la importancia de dar ese paso extra para hacer las tacleadas o mejorar la conciencia del balón, especialmente en momentos críticos.
Aunque decepcionado por el resultado, Izen expresó confianza en que el equipo puede recuperarse de esta derrota.
Destacó la madurez y el liderazgo en el vestuario de los Buccaneers, subrayando que una derrota no debería descarrilar su temporada. “Solo tenemos que mejorar. No podemos dejar que una derrota arruine la temporada”, comentó Izen, reforzando la creencia de que aún hay tiempo suficiente para que el equipo corrija el rumbo.
A medida que los Buccaneers avanzan, abordar sus lapsos defensivos y trabajar para recuperar a todos sus jugadores será una prioridad principal. Con la carrera por la NFC Sur más apretada, su próximo juego contra los Saints de Nueva Orleans será una prueba crucial para mantener sus aspiraciones de playoffs.