El segundo partido de la serie entre Thunder y Nuggets fue todo lo contrario al primero. Esta vez, Oklahoma City no dejó lugar a dudas y se impuso con un marcador contundente de 149-106, igualando la semifinal del Oeste 1-1. Shai Gilgeous-Alexander fue la gran figura en una noche donde el equipo local no solo dominó, sino que también escribió su nombre en la historia de los playoffs de la NBA.
Shai Lidera Con Autoridad Y Eficiencia
Desde el inicio del partido, Gilgeous-Alexander marcó el ritmo con su habitual calma y precisión. Anotó 34 puntos en apenas tres cuartos de juego, acertando 11 de 13 intentos de campo y sin fallar ninguno de sus 11 tiros libres. Además de su efectividad anotadora, repartió 8 asistencias y mantuvo el control del ataque en todo momento.
Su actuación no fue un esfuerzo solitario. A su alrededor, el resto del equipo respondió de forma colectiva. Siete jugadores más del Thunder alcanzaron dobles dígitos en puntos, lo que habla de un juego ofensivo fluido y con buen movimiento de balón. Cada posesión parecía trabajada, buscando siempre al compañero mejor ubicado.
La conexión entre Shai y sus compañeros también se sintió en jugadas como un alley-oop a Jalen Williams en el segundo cuarto, una acción que levantó a todo el público y mostró el nivel de confianza con el que jugaba el equipo. El liderazgo de Gilgeous-Alexander no solo se notó en las estadísticas, sino también en el carácter que mostró para responder tras la derrota del primer juego.
Primera Mitad Para El Recuerdo
Oklahoma City firmó una de las mejores mitades ofensivas en la historia de la NBA. Al descanso, ya ganaban 87-56, estableciendo un nuevo récord de puntos en una primera mitad en playoffs. Superaron los 86 que habían anotado los Cavaliers en las Finales de 2017. Fue un despliegue ofensivo demoledor, sin que Denver pudiera encontrar respuestas.
Chet Holmgren, quien había sido cuestionado por fallar tiros libres decisivos en el primer partido, tuvo su momento de redención. Con un segundo por jugar en el segundo cuarto, encestó dos tiros libres para sellar el récord. Fue un detalle simbólico que reflejó el cambio de actitud del equipo: nadie se escondía, todos querían aportar.
Además del récord en la primera mitad, el Thunder igualó la mejor marca de puntos en cualquier mitad de un partido de postemporada, una cifra que solo se había visto antes en 1978 con los Milwaukee Bucks. Esa primera parte fue una tormenta perfecta para los de Oklahoma, que además tiraron con más del 70% de efectividad en el primer cuarto.
Nuggets Sin Respuesta
Después de una victoria ajustada en el primer encuentro, Denver se presentó en Oklahoma con la intención de tomar control de la serie. Sin embargo, lo que encontraron fue una defensa mucho más intensa y un rival encendido desde el primer minuto. Nikola Jokic, que había sido imparable con 42 puntos y 22 rebotes en el juego anterior, fue contenido de forma mucho más efectiva esta vez.
El serbio solo logró 17 puntos y 8 rebotes, y terminó saliendo por acumulación de faltas al final del tercer cuarto. Su frustración fue compartida por todo el equipo, que no encontró su ritmo en ningún momento. Denver fue superado física y mentalmente, y apenas mostró señales de vida en algunos tramos del segundo cuarto.
Russell Westbrook, que había recibido el cariño del público en el juego uno, fue protagonista por motivos diferentes en esta ocasión. Fue sancionado con una falta técnica tras discutir con los árbitros, y su presencia en la cancha no logró cambiar la dinámica. Lideró a los Nuggets en anotación con 19 puntos, pero la mayoría llegaron cuando el partido ya estaba definido.
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— Betcris (@Betcris) May 7, 2025
Una Serie Que Cambia de Rumbo
El impacto de esta victoria para los Thunder va más allá del empate en la serie. Es un mensaje claro de que tienen la capacidad para dominar a un equipo como Denver si logran mantener su enfoque y energía. La ventaja llegó a ser de 49 puntos, algo muy poco común en una serie tan pareja en el papel.
El público en Oklahoma City jugó su papel animando en cada jugada, y ahora la presión se traslada a los Nuggets, que deberán responder en casa en el próximo partido. El Ball Arena será el escenario del tercer encuentro, donde se espera una reacción por parte del actual campeón, pero el Thunder ya demostró que puede golpear con fuerza.
El reto para Oklahoma será mantener este nivel y no confiarse. La serie sigue abierta, y aunque esta victoria fue impactante, saben que Denver tiene jugadores capaces de cambiar cualquier partido. Sin embargo, si Gilgeous-Alexander sigue en este nivel y sus compañeros lo acompañan, el Thunder podría estar más cerca de lo que muchos pensaban.