Después de una serie de infarto frente a los Clippers, los Nuggets llegan a las semifinales del Oeste con la confianza que da ganar un Juego 7 en casa y el recuerdo fresco de haber estado al borde de una eliminación prematura. Ahora, el equipo de Nikola Jokic tiene un nuevo desafío: medirse a los Thunder de Oklahoma City, el mejor sembrado de la conferencia, que llega descansado y con una racha demoledora.
Denver, campeón hace dos temporadas, ha sabido levantarse en momentos clave, aunque no sin dificultades. Ante los Clippers, fueron necesarios siete partidos y un tercer cuarto perfecto para asegurar su lugar en la siguiente ronda. Oklahoma, por su parte, barrió sin complicaciones a Memphis, mostrando una versión sólida, fresca y peligrosa.
Una Serie Que Exigió Todo de Denver
El enfrentamiento contra Los Ángeles dejó claro que los Nuggets no están para regalar nada. Después de verse contra las cuerdas en más de una ocasión, supieron responder con fuerza cuando más lo necesitaban. El séptimo partido fue una demostración de carácter colectivo. Aunque Jokic no tuvo su mejor noche, con números discretos para su nivel (16 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias), el equipo encontró respuestas en otros jugadores.
Aaron Gordon fue clave, con 22 puntos y una intensidad que contagió al grupo. Christian Braun se sumó con 21 puntos, mientras que Porter Jr., Jamal Murray y hasta el veterano Russell Westbrook aportaron en momentos decisivos. La profundidad del equipo volvió a ser un recurso vital, especialmente cuando la estrella serbia tuvo que descansar por acumulación de faltas.
Pero más allá de los nombres, Denver ganó por insistencia. Supo cómo desarticular a unos Clippers que llegaron en gran forma a los playoffs, pero que se quedaron sin gasolina justo cuando más lo necesitaban. El parcial de 72-40 entre el segundo y el tercer cuarto fue un golpe del que el rival ya no pudo recuperarse. Y así, con la energía de su afición y el recuerdo amargo de lo vivido en temporadas anteriores, los Nuggets cerraron una serie inolvidable.
El Thunder Llega Descansado, Pero No Confiado
Mientras Denver batallaba durante siete juegos, Oklahoma City disfrutaba de una semana completa de descanso. La barrida sobre Memphis no solo fue rápida, también fue contundente. Con un Shai Gilgeous-Alexander en modo MVP, los Thunder no dieron margen a la sorpresa y se aseguraron un pase cómodo a semifinales, lo que les permitió recuperarse físicamente y preparar con tiempo la estrategia para enfrentar a los campeones de 2023.
El equipo dirigido por Mark Daigneault ha demostrado una madurez notable a pesar de su juventud. Saben cuándo acelerar, cuándo defender con todo y cómo aprovechar los errores del rival. Frente a Denver, sin embargo, tendrán que responder a un estilo más físico, más elaborado, con un Jokic que, incluso en sus partidos discretos, puede manejar los tiempos como pocos.
Uno de los factores clave será el ritmo. Si Oklahoma impone velocidad, transición rápida y defensas cambiantes, puede hacerle daño a Denver. Pero si los Nuggets logran controlar el balón y aprovechar la experiencia de sus jugadores en partidos cerrados, el panorama podría cambiar rápidamente. Son estilos distintos y la serie promete ser una batalla táctica interesante.
Denver, Con Memoria Y Motivación Renovada
Para los Nuggets, esta serie representa algo más que una semifinal. Es una oportunidad para reivindicar su lugar entre los grandes, sobre todo después del amargo recuerdo de la temporada pasada, cuando dejaron escapar una ventaja importante ante Minnesota. Aquella eliminación todavía pesa, y la victoria ante los Clippers sirvió como una especie de redención emocional.
No es menor tampoco que esta sea la tercera temporada consecutiva en la que superan la primera ronda, algo que habla de la constancia del proyecto y de la solidez de un núcleo que, aunque ha tenido cambios, sigue girando en torno a Jokic. Además, jugadores como Gordon y Braun están mostrando una evolución importante, lo que suma argumentos a la candidatura del equipo.
Aun así, el reto es mayor esta vez. Oklahoma viene con confianza, con una racha impecable y con la motivación de destronar al último campeón. Denver tendrá que recuperar energías rápidamente y ajustar lo que hizo bien en el cierre de la serie ante los Clippers, porque el margen de error será menor frente a un equipo que no perdona.
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Choque de Generaciones Y Estilos
La semifinal entre Nuggets y Thunder hoy en la noche no solo enfrentará al cuarto y al primer sembrado del Oeste. También será un duelo entre un equipo curtido, con experiencia y recorrido en playoffs, y otro más joven, dinámico y en pleno ascenso. Jokic contra Gilgeous-Alexander es la imagen perfecta de ese contraste.
Los dos equipos se repartieron victorias en la temporada regular (2-2), con triunfos para cada uno tanto en casa como de visitante. Esa paridad anticipa una serie cerrada, donde los pequeños detalles podrían definir los juegos. Denver sabe jugar bajo presión. Oklahoma quiere demostrar que está listo para un paso más.
Todo está servido para una serie que podría ser larga, pareja y, sobre todo, apasionante. Los Nuggets tendrán que apoyarse en su fortaleza mental y en la capacidad de reacción que ya mostraron en la primera ronda. El Thunder, en cambio, buscará imponer su frescura y su hambre de gloria. Dos estilos, dos caminos y un solo boleto a la final del Oeste.
