En un emocionante duelo celebrado en el Estadio Olímpico, la Roma mostró su mejor versión al vencer 4-1 a la Sampdoria en los octavos de final de la Copa Italia. Este resultado no solo asegura su lugar en la siguiente fase, donde enfrentará al AC Milan, sino que también refuerza la moral del equipo dirigido por Claudio Ranieri.
Con un planteamiento estratégico y una actuación sobresaliente de varios jugadores, los Giallorossi dejaron claro que están listos para seguir avanzando en esta competencia.
Inicio Dominante De La Roma
Desde el inicio del partido, la Roma salió decidida a marcar la diferencia. Claudio Ranieri optó por una alineación ajustada tras la derrota ante el Como en la Serie A, realizando rotaciones estratégicas que incluyeron la titularidad de Matthew Ryan, quien debutó como portero. Esta decisión, junto con la participación activa de jugadores como Alexis Saelemaekers y Artem Dovbyk, fue clave para establecer el control en los primeros minutos.
El primer gol llegó temprano, al minuto 9, cuando Dovbyk rompió su sequía goleadora con un remate preciso tras un centro perfecto de Saelemaekers desde el flanco derecho. Este tanto no solo significó una ventaja para la Roma, sino que marcó un cambio en la confianza del delantero, que hasta entonces no había podido convertir en las últimas semanas.
La combinación entre ambos jugadores resultó letal, y apenas diez minutos después, volvieron a conectarse para ampliar la ventaja. Saelemaekers envió otro centro peligroso al área, aprovechando un error de Melle Meulensteen que dejó a Dovbyk en posición perfecta para empujar el balón al fondo de la red.
Antes de la media hora de juego, la Roma ya tenía el control absoluto del partido. Tommaso Baldanzi se encargó de sellar el 3-0 con una brillante jugada individual. Tras recibir el balón cerca de la línea del medio campo, avanzó con determinación, dejó atrás a varios defensores y culminó con un disparo certero al ángulo inferior derecho.
Este gol no solo mostró la calidad del joven mediocampista, sino que también puso en evidencia la fragilidad defensiva de la Sampdoria.
Un Breve Respiro Para Sampdoria
En la segunda mitad, la Sampdoria intentó reaccionar. Con varios cambios en su alineación inicial y un esquema más ofensivo, el equipo visitante logró inquietar brevemente a la Roma.
El gol del descuento llegó tras un error defensivo de Mario Hermoso, quien no pudo despejar un centro aparentemente inofensivo. Gerard Yepes aprovechó la oportunidad y, tras quedar mano a mano con Matthew Ryan, definió sin problemas para el 3-1. Este tanto permitió a Sampdoria ganar algo de confianza, pero no fue suficiente para cambiar el rumbo del partido.
A pesar del gol, la Roma no perdió la compostura. Ranieri realizó ajustes tácticos para frenar cualquier intento de remontada, asegurándose de que su equipo mantuviera el control en los minutos finales. La entrada de Eldor Shomurodov como sustituto fue una decisión clave.
Apenas unos segundos después de ingresar al campo, el delantero uzbeko sentenció el encuentro con un potente cabezazo tras un centro preciso de Angeliño desde la banda izquierda. El 4-1 definitivo cerró cualquier posibilidad para la Sampdoria y aseguró la clasificación de la Roma a la siguiente ronda.
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Mirando Hacia Los Cuartos De Final
Con esta victoria contundente, la Roma se prepara para enfrentar al AC Milan en los cuartos de final de la Copa Italia, programados para el 5 de febrero en San Siro. Este enfrentamiento promete ser un desafío mucho mayor para los Giallorossi, que buscarán mantener el nivel mostrado contra Sampdoria y trasladar esa confianza a un partido que podría definir sus aspiraciones en el torneo.
El desempeño de la Roma en este partido también resalta la profundidad de su plantilla, con jugadores como Dovbyk, Baldanzi y Shomurodov aportando en momentos clave. La actuación de Matthew Ryan en su debut, aunque sin demasiado trabajo, fue sólida, lo que le da a Ranieri opciones adicionales para futuros encuentros.
El triunfo sobre Sampdoria no solo significa un paso adelante en la Copa Italia, sino también un resurgimiento de confianza para la Roma, que había enfrentado críticas tras su último tropiezo en la liga. La conexión entre los jugadores y la efectividad de las rotaciones realizadas por Ranieri muestran que el equipo tiene las herramientas necesarias para competir en varios frentes.
Ahora, con los ojos puestos en el Milan, la Roma buscará aprovechar este impulso positivo para seguir avanzando en la Copa Italia y consolidar una temporada que, poco a poco, parece tomar forma. Los Giallorossi saben que enfrentarse a un rival de la talla del Milan no será sencillo, pero este triunfo les da la motivación y el enfoque necesarios para encarar el reto con optimismo.
