A medida que el polvo se asienta en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023, dos narrativas significativas emergen de los campos llenos de adrenalina. La gran victoria de España se desarrolla como un capítulo de pura determinación y talento en bruto, señalando el amanecer de una nueva potencia en el fútbol femenino. En contraste, la lucha de las Matildas contra Suecia pinta una imagen conmovedora de espíritu y ambición, empañada solo por la cruel imprevisibilidad del deporte.
El meteórico ascenso de España a la supremacía del fútbol
Este domingo en el Estadio de Sídney, Australia, el mundo fue testigo de un momento histórico en el fútbol femenino. España logró su primer título de la Copa Mundial Femenina de la FIFA, derrotando a Inglaterra por 1-0. En medio de 15 minutos intensos de tiempo añadido, la defensa de España se mantuvo intacta. El momento crucial llegó en forma de un deslumbrante remate de pierna izquierda de Olga Carmona durante el minuto 29. Este gol maravilloso en la primera mitad fue todo lo que España necesitaba para mantener a raya al persistente equipo inglés.
Esta victoria subraya el rápido ascenso de España a la prominencia futbolística, combinando la exuberancia juvenil con una destreza técnica inigualable. Al levantar el trofeo por primera vez, España no solo celebró su victoria actual, sino que también marcó su aparición como titanes en el fútbol femenino. Su victoria sobre Inglaterra, el actual campeón de Europa, fue una declaración poderosa.
Los primeros 45 minutos fueron una sinfonía española, con los ingleses constantemente tocando para ponerse al día. Sus meticulosos movimientos de balón y sus nítidas secuencias de pases fueron demasiado para Inglaterra.
El equipo español, con su energía juvenil, uno de los equipos finalistas más jóvenes desde 1995, mostró el crecimiento exponencial del fútbol femenino a nivel internacional. El corazón del equipo español late con fuerza con talentos de gigantes del fútbol como el Barcelona y el Real Madrid. Sus estadísticas dominantes en la primera mitad, con un 64% de posesión y una impresionante ventaja de 303-178 pases, encapsularon la superioridad de España.
Superando obstáculos
Este glorioso viaje a la cima no estuvo exento de obstáculos. Una sombra que se cierne sobre su campaña en la Copa del Mundo fue la tensión entre el equipo y su entrenador, Jorge Vilda. Una grieta masiva se había formado en septiembre pasado cuando quince jugadores se distanciaron del equipo nacional, citando problemas con el enfoque gerencial de Vilda.
A pesar de los pedidos de renuncia, Vilda persistió, y solo tres de los jugadores disidentes fueron seleccionados para la lista de la Copa del Mundo. Navegando a través de esta turbulencia, la victoria de España es un testimonio de su tenacidad y unidad.
Anclando este excepcional equipo español estaban incondicionales como Alexia Putellas y Aitana Bonmati. Se complementaron a la perfección con estrellas en ascenso: Salma Paralluelo, Eva Navarro, Catalina Coll y la formidable Carmona. Sus dos goles cruciales, uno en la semifinal y el otro, el gol ganador del título, hacen eco de su ascenso meteórico en el mundo del fútbol.
En pocas palabras, España ha ascendido al cenit del fútbol femenino. Su impecable desempeño en la Copa Mundial 2023 resuena con su capacidad y resistencia. Su brillantez no es solo para el presente, sino un indicador de que España es una fuerza dominante a tener en cuenta en el futuro.
#Rating 🇪🇸 | arrasó la final del Mundial Femenino de Fútbol con España como campeona: 5.599.000 espectadores y 65.7%, máximo histórico para un partido de mujeres. Además, logró PICO de 7.4M esp y 71,7%.
Superó a la final de la Champions, la de la Copa del Rey y la semis entre… pic.twitter.com/VkVZYzMYC2
— Real Time 📈 (@RealTimeRating) August 21, 2023
El valiente esfuerzo de Matildas contra Suecia
Las esperanzas de Australia en la Copa Mundial Femenina de terminar 3ª se desvanecieron cuando se enfrentaron a una derrota por 2-0 contra Suecia. El penal de Fridolina Rolfo a los 30 minutos, luego de una revisión del VAR, colocó a Suecia por delante. Su ventaja fue consolidada por el gol de Kosovare Asllani en el minuto 62, haciendo que la ofensiva de las Matildas fuera ineficaz.
El juego no estuvo exento de momentos tensos. Sam Kerr, la capitana de Australia, experimentó angustia después de un desafío de Magdalena Eriksson, aunque más tarde lo minimizó como un golpe menor en la pantorrilla. A pesar de su derrota, Kerr enfatizó el logro histórico del equipo, marcando su mejor resultado en una Copa del Mundo.
La decisión del entrenador Tony Gustavsson de mantener la misma alineación inicial del partido anterior contra Inglaterra causó sorpresa, especialmente dado el corto cambio de tres días. Esta elección pareció ser contraproducente ya que las Matildas parecían visiblemente fatigadas, lo que permitió a Suecia dominar tanto la posesión como el ritmo.
Mackenzie Arnold, portera de Australia, fue un destacado, haciendo varias paradas clave, incluyendo un intento temprano de Stina Blackstenius. Sin embargo, los esfuerzos ofensivos de Australia, como el disparo de Hayley Raso frustrado por la sueca Zecira Musovic, no pudieron abrirse paso.
Después de una falta sobre Blackstenius por Clare Hunt, Rolfo anotó un penalti con pericia, estableciendo el tono para el resto del juego. En un último esfuerzo para rejuvenecer al equipo, Gustavsson introdujo nuevos jugadores alrededor de los 70 minutos, pero las Matildas no pudieron encontrar su ritmo, sellando su cuarto lugar.
