Los Cleveland Browns han enfrentado una temporada difícil, llegando al enfrentamiento del jueves por la noche con un decepcionante récord de 2-8. Las victorias han sido escasas, y no ha habido mucho que los aficionados puedan celebrar.
Mucho para recordar
El jueves por la noche trajo un momento para recordar. Luchando contra una feroz tormenta de nieve que transformó el campo en un espectáculo invernal, los Browns lograron una dramática victoria contra su rival de división, los Pittsburgh Steelers, líderes de la AFC Norte.
En los momentos finales, el mariscal de campo Jameis Winston entregó pases críticos a pesar de la visibilidad limitada, y Nick Chubb selló el triunfo con una carrera de touchdown de 2 yardas a solo 57 segundos del final. Los aficionados de los Browns, soportando tanto la tormenta como una temporada frustrante, permanecieron para animar a su equipo en un triunfo de 24-19.
Aunque Cleveland no llegará a los playoffs este año, y la temporada 2024 será mayormente olvidada, esta victoria bajo la nieve destaca. La determinación de Winston y la garra del equipo serán un punto brillante en una temporada desafiante, aunque muchos solo pudieron verlo a través de la tormenta.
Los Browns Imponen Su Ritmo Desde el Principio
Saliendo de una gran victoria contra los Ravens de Baltimore, los Steelers se mostraron lentos en la primera mitad. Su ofensiva luchó, logrando solo un gol de campo. Incluso el confiable pateador Chris Boswell falló un intento crucial. La defensa de Cleveland, liderada por Myles Garrett, dominó el juego. Garrett registró tres capturas y forzó un balón suelto de Russell Wilson, lo que permitió a los Browns anotar un gol de campo justo antes del medio tiempo. Cleveland llegó al descanso con una ventaja de 10-3.
Defensivamente, los Browns controlaron la línea de golpeo. En el tercer cuarto, detuvieron a Jaylen Warren con una pérdida de yardas en una jugada de cuarta y una. Antes, Pittsburgh intentó un “quarterback sneak” con el suplente Justin Fields, pero Cleveland lo frenó con una pérdida de 2 yardas. Los aficionados de los Browns, al presenciar este resurgir defensivo, seguramente se preguntaron dónde habían estado estas actuaciones durante toda la temporada.
Con la nieve intensificándose en la segunda mitad, Cleveland siguió capitalizando. A principios del último cuarto, Winston corrió para un touchdown en una jugada de cuarta y gol, y una conversión exitosa de 2 puntos aumentó su ventaja a 18-6. En la creciente tormenta, esa ventaja parecía casi insuperable, pero Pittsburgh aún tenía algo que decir.
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Los Steelers Montan una Remontada Final
Los Steelers encontraron vida en el último cuarto con una gran jugada de Fields, quien corrió 30 yardas por la banda para encender su ofensiva. Tras varias penalizaciones contra Cleveland, Warren se abrió paso hasta la zona de anotación con una carrera de 3 yardas, reduciendo la distancia.
La defensa de Pittsburgh luego hizo una jugada clave, con Nick Herbig forzando un balón suelto de Winston. Los Steelers recuperaron el balón en la yarda 27 de Cleveland. A pesar de las condiciones de nieve, Russell Wilson entregó un pase de touchdown de 23 yardas a Calvin Austin III, dando a Pittsburgh una ventaja de 19-18 tras fallar la conversión de 2 puntos.
Con poco tiempo restante, los Browns necesitaban un empuje final. Winston conectó un pase crucial de 26 yardas a Jerry Jeudy, avanzando profundamente en territorio de los Steelers. Aunque Donte Jackson interceptó un pase con 4:22 por jugar, Cleveland se negó a rendirse.
Su defensa forzó un despeje, y las malas condiciones llevaron a una patada de solo 16 yardas. Comenzando en la yarda 46 de Pittsburgh, los Browns montaron una serie decisiva. Jeudy hizo otra recepción crucial en una cuarta oportunidad, seguida de una recepción de 15 yardas que llevó a Cleveland dentro de la yarda 10.
Esta vez, Chubb culminó la serie con un touchdown ganador, poniendo a Cleveland arriba 24-19. La defensa de los Browns se mantuvo firme, desviando un último pase de “Hail Mary” de los Steelers para asegurar la victoria.
Para Pittsburgh, la derrota fue un golpe significativo tras un comienzo de 8-2. Para Cleveland, fue un momento de redención y un raro punto alto en una temporada llena de luchas.
