Los Commanders de Washington sufrieron su primera derrota de la temporada en un emocionante partido contra los Steelers de Pittsburgh, con un marcador final de 28-27 en el Northwest Stadium.
Cada aspecto de su juego—equipos especiales, ofensiva y defensa—tuvo un papel en el resultado, aunque algunos errores pequeños pero costosos finalmente les impidieron ganar.
Errores en Equipos Especiales Complican El Juego de Los Commanders
Los equipos especiales fueron un punto focal, con el entrenador de los Commanders, Dan Quinn, anticipando una contienda reñida entre las unidades de ambos equipos. Su predicción se cumplió. Los equipos especiales de Washington tuvieron un día complicado, especialmente para Olamide Zaccheaus, quien perdió dos balones en devoluciones de despeje.
El segundo error de Zaccheaus fue particularmente costoso, ya que los Steelers lo recuperaron y anotaron rápidamente, llevando el marcador a 14-7 a su favor. Mientras tanto, Pittsburgh también tomó un gran riesgo con una jugada falsa de despeje en su propia línea de 15 yardas, que fracasó cuando el pase de Miles Killebrew se le escapó a James Pierre.
Esto le dio a Washington una posición ventajosa en el campo, y tres jugadas después lograron anotar un touchdown. Washington, un equipo generalmente conocido por su bajo índice de errores en equipos especiales, encontró en esta pérdida de balón un desliz raro y costoso.
El pateador de despeje Tress Way tuvo un juego activo, enviando seis despejes para un total de 330 yardas, incluyendo un despeje de temporada de 74 yardas, reflejando las dificultades de los Commanders para mantener sus avances ofensivos.
Ofensiva de Washington Enfrenta Dificultades Y Oportunidades Perdidas
La unidad ofensiva de Washington tuvo su producción más baja de la temporada, con solo 242 yardas. El mariscal de campo Jayden Daniels estuvo bajo presión, siendo capturado tres veces y fallando en conexiones cruciales con sus receptores.
Entre las oportunidades perdidas estuvo un pase en tercera oportunidad apenas fuera del alcance de Zaccheaus y otro pase incompleto a Zach Ertz, ambos derivando en situaciones complicadas de tercera oportunidad.
Después de lograr llegar a la zona de anotación en el tercer cuarto, la ofensiva de los Commanders tuvo dificultades para mantener el impulso. Sus problemas se agravaron con un pase incompleto al novato Luke McCaffrey y una serie de jugadas negativas que los llevaron desde la línea de 40 yardas de Pittsburgh hasta su propia línea de 38 yardas.
Una penalización por sujetar también los retrasó, anulando una ganancia de seis yardas de Chris Rodriguez que habría creado una situación manejable de tercera y dos, lo cual derivó en otro despeje de Way. Pequeños errores como estos a lo largo del juego evitaron que la ofensiva lograra montar una ventaja sustancial.
Una Defensa Sólida Pero Afectada Por Penalizaciones Decisivas
La defensa de los Commanders tuvo una actuación sólida contra los Steelers, manteniendo al corredor Najee Harris en solo 58 yardas en 21 acarreos, a pesar de que había superado las 100 yardas en cada uno de sus últimos tres juegos. El mariscal de campo de los Steelers, Wilson, fue limitado a unos modestos 108 yardas por aire hasta el último cuarto.
La defensa también forzó dos pérdidas de balón, lo que ayudó a que Washington se mantuviera competitivo durante el juego. Sin embargo, las penalizaciones también afectaron su rendimiento, ya que errores defensivos tempranos permitieron que Pittsburgh encontrara oportunidades de anotación.
Estos incluyeron penalizaciones por interferencia de pase y rudeza al pasador durante la segunda serie ofensiva de los Steelers, avanzándolos a la zona roja. Una penalización por sujetar en la defensa de Dante Fowler en el tercer cuarto le otorgó a Pittsburgh un nuevo conjunto de oportunidades, lo que los llevó a un touchdown poco después.
En los momentos decisivos del juego, Benjamin St-Juste permitió que el receptor de los Steelers, Mike Williams, atrapara un pase de touchdown de 32 yardas en tercera y nueve, dando a Pittsburgh una ventaja de 28-27.
Además, con Washington sin tiempos fuera, una penalización por fuera de lugar en cuarta oportunidad de Johnny Newton le dio a Pittsburgh la oportunidad de agotar el reloj y asegurar la victoria.
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Desafíos en El Juego Terrestre Limitan El Control Del Tiempo Y Las Series Ofensivas
En el juego terrestre, Washington enfrentaba un desafío importante contra un equipo de Pittsburgh que rara vez permitía 100 yardas por tierra. A pesar de esto, intentaron mantener el juego terrestre como una parte constante de su ofensiva.
Sin embargo, el juego terrestre de Washington fue en gran medida ineficaz, logrando solo 60 yardas en 22 acarreos, con un promedio de 2.7 yardas por acarreo. El corredor Austin Ekeler lideró con 44 yardas terrestres, sumando dos touchdowns y convirtiendo algunas situaciones de corta distancia.
El resto de los corredores del equipo sumaron solo 16 yardas, y en el crucial cuarto cuarto, la carrera más larga de los Commanders fue de solo seis yardas. Esta falta de una presencia fuerte en el juego terrestre limitó su capacidad para controlar el reloj y mantener series ofensivas.
Después del juego, el entrenador Quinn y los jugadores expresaron su decepción por quedar tan cerca de la victoria, pero reconocieron sus propios errores ante un oponente formidable. El equipo observará su “regla de 24 horas,” permitiendo un breve período de reflexión antes de concentrarse completamente en su próximo juego.
Esta disciplina será vital mientras los Commanders se preparan para un importante partido de Thursday Night Football contra los Eagles de Filadelfia. Con los Eagles recientemente ganando contra los Cowboys de Dallas, el juego determinará el primer lugar en la NFC Este, lo que añade peso adicional a la ocasión.
Los Commanders enfrentan un desafío difícil en un ambiente hostil en el Lincoln Financial Field, donde necesitarán dejar atrás esta derrota ajustada y dar su mejor esfuerzo en la búsqueda de una crucial victoria divisional.
