El Etihad Stadium fue testigo de una noche especial para los seguidores del Manchester City. No solo por el triunfo ante el Bournemouth por 3-1, que deja al equipo de Pep Guardiola a las puertas de la próxima Champions League, sino también por la despedida, casi perfecta, de uno de sus referentes: Kevin De Bruyne. El mediocampista belga jugó su último partido en casa con la camiseta del City en un ambiente cargado de emociones, homenajes y recuerdos.
La combinación de una victoria importante, el regreso esperado de Rodri y la última función de De Bruyne ante su gente convirtió este martes en una jornada difícil de olvidar para el club. Aunque no logró marcar, el legado del belga ya quedó grabado en la historia del equipo.
Un Resultado Que Acerca Al Objetivo Europeo
Desde el inicio del partido, el City sabía lo que se jugaba. El empate reciente frente al Southampton apretó la pelea por los puestos de Champions, así que sumar tres puntos en casa era obligatorio. Bournemouth, que llegaba sin mucho que perder, intentó plantar cara, pero el dominio local fue claro desde el primer minuto.
La apertura del marcador llegó gracias a un golazo de Omar Marmoush. El delantero soltó un derechazo imparable que se coló en el ángulo, dejando sin reacción al arquero Kepa. Un tanto espectacular que sirvió para liberar la tensión y encaminar el partido. Antes del descanso, Bernardo Silva amplió la ventaja en una jugada que él mismo inició, recuperando un balón dividido y definiendo con tranquilidad tras una asistencia de Gündoğan.
Con ese 2-0 parcial, el equipo volvió a mostrar una de sus versiones más sólidas de la temporada, justo cuando más se necesita. La victoria coloca al City en el tercer lugar y le permite depender de sí mismo en la última jornada para asegurar su clasificación a la Champions League. Solo necesita empatar ante el Fulham para confirmar su boleto.
La Despedida de Un Símbolo
El momento más emotivo de la noche llegó cuando Kevin De Bruyne fue sustituido. El belga abandonó el campo del Etihad sabiendo que era su último partido ante la afición celeste. Aunque no logró marcar el gol que habría cerrado con broche de oro su despedida, estuvo cerca: una jugada que parecía tener destino de red terminó estrellándose en el travesaño.
El homenaje no fue solo del público, sino también de sus compañeros y del cuerpo técnico. Guardiola le dio la oportunidad de despedirse en el césped, y la afición respondió con una ovación a la altura de su trayectoria. Tras años de éxitos, asistencias y goles decisivos, el número 17 se despidió de su casa con la cabeza en alto.
Más allá del resultado y de las estadísticas, fue una noche que quedará grabada en la memoria colectiva del club. Pocas veces el fútbol logra combinar tan bien lo competitivo con lo sentimental, y esta fue una de esas excepciones.
Rodri Vuelve Y Nico Se Estrena
En medio de la emoción por la despedida de De Bruyne, la noche también ofreció buenas noticias para el futuro inmediato del City. Rodri, uno de los pilares del equipo, regresó a la acción tras más de ocho meses fuera por lesión. Su ingreso fue celebrado por los hinchas como si se tratara de un gol, y su presencia refuerza al equipo en un momento clave de la temporada.
Por otro lado, el joven Nico también tuvo su momento soñado. Sustituyó precisamente a De Bruyne y no tardó en hacerse notar. Aprovechó su oportunidad para marcar su primer gol con la camiseta del City y cerrar una actuación destacada. Su tanto llegó en medio de una jugada rápida y selló el 3-0 parcial que parecía definitivo.
Sin embargo, en los últimos segundos del añadido, Bournemouth consiguió el gol del honor por medio de Daniel Jebbison, pero eso no cambió el ánimo general en el estadio. El resultado estaba cerrado, y la noche ya tenía dueño: Kevin De Bruyne.
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— Betcris (@Betcris) May 21, 2025
Un Cierre Emotivo Con El Objetivo a la Vista
El Manchester City logró lo que buscaba: ganar, convencer y despedir a una de sus leyendas como se merece. La mezcla de nostalgia, alegría y alivio se notó en cada rincón del Etihad. A falta de una fecha, los de Guardiola están en una buena posición para cerrar el año en zona de Champions, algo que parecía complicado semanas atrás.
La figura de Kevin De Bruyne quedará como una de las más grandes en la historia del club. Su clase, su visión y su entrega dejaron huella. No pudo tener el gol soñado en su última función, pero se fue ovacionado, con la frente en alto y siendo parte de una victoria fundamental.
Ahora, el City se prepara para visitar al Fulham en la última jornada con la mente puesta en sellar su clasificación europea. Pero pase lo que pase, esta noche en el Etihad ya es historia.