Luka Doncic regresó a Dallas, la ciudad que lo vio crecer como estrella, pero esta vez lo hizo enfundado en la camiseta de los Lakers de Los Angeles. El ambiente fue especial desde el primer momento: homenajes, camisetas dedicadas en las gradas y un video emotivo que hizo llorar al esloveno. Pero una vez que el balón estuvo en el aire, Doncic se encargó de dejar su huella en la cancha con una actuación brillante que terminó en triunfo para su nuevo equipo.
El marcador final fue 112-97 a favor de los Lakers, resultado que no solo cerró una noche de emociones encontradas, sino que también sirvió para asegurarles un lugar entre los seis mejores del Oeste, evitando así el Play-In. Doncic igualó su mejor marca de la temporada con 45 puntos, mostrando que, sin importar la camiseta, su talento sigue intacto.
Un Inicio Emotivo Y Una Respuesta Inmediata
La noche comenzó con un reconocimiento que pocos esperaban ver tan pronto. Con apenas dos meses desde el sorprendente intercambio que lo envió a Los Ángeles, Doncic fue recibido con un emotivo video y aplausos de una afición que aún lo quiere. Las lágrimas no tardaron en llegar y el jugador, visiblemente conmovido, se tomó unos segundos antes de salir al calentamiento.
Sin embargo, una vez arrancó el partido, la emoción dio paso a la concentración. Doncic salió enchufado desde el primer cuarto, anotando 14 puntos en apenas unos minutos y tomando el control ofensivo de los Lakers. Al medio tiempo, ya acumulaba 31 unidades, y aunque Dallas tuvo momentos donde amenazó con reaccionar, el dominio de Luka nunca desapareció.
Cada vez que el balón pasaba por sus manos, los Mavericks sufrían. Su lectura del juego fue precisa, combinando triples, penetraciones y pases quirúrgicos. Aunque recibió alguna ovación aislada del público local, el respeto se transformó en resignación conforme aumentaban sus estadísticas.
Un Cierre Liderado Por Experiencia Y Sangre Fría
En el último cuarto, cuando los Mavericks intentaron dar la vuelta al marcador y se acercaron peligrosamente, apareció LeBron James para terminar de enfriar el partido. El veterano de los Lakers anotó 13 de sus 27 puntos en los minutos finales, sellando una victoria que también tuvo sabor estratégico para la clasificación.
Doncic, por su parte, siguió sumando. Además de sus 45 puntos, completó su gran noche con ocho rebotes, seis asistencias y cuatro robos. Lo hizo todo, y lo hizo bien, en una cancha que conocía a la perfección. Su actuación fue un recordatorio para los aficionados de Dallas de lo que perdieron con su salida.
Mientras tanto, del otro lado, los Mavericks tuvieron un rendimiento irregular. Naji Marshall fue el máximo anotador del equipo con 23 puntos, y aunque Anthony Davis aportó 13 puntos y 11 rebotes, no fue una noche destacada para él. El público expresó su frustración en diferentes momentos, con cánticos pidiendo la salida del gerente general Nico Harrison e incluso sugerencias de vender la franquicia.
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— Betcris (@Betcris) April 9, 2025
Playoffs Asegurados Para Los Lakers, Dudas Para Dallas
La victoria fue más que simbólica para los Lakers. Con ella, se aseguraron un lugar directo en los playoffs del Oeste, lo cual les da margen para administrar esfuerzos en los últimos dos partidos de temporada regular. Un solo triunfo más podría incluso colocarlos en una mejor posición para enfrentar la primera ronda.
Dallas, pese a la derrota, también tiene razones para respirar. El resultado entre Oklahoma City y Phoenix les garantizó al menos un lugar en el torneo Play-In, aunque el ánimo del equipo no parece el mejor. Entre los murmullos de los aficionados y la sensación de pérdida tras el traspaso de Doncic, el equipo dirigido por Jason Kidd necesita reencontrar su identidad rápidamente.
El contraste entre ambos equipos fue evidente no solo en el marcador, sino también en la actitud. Los Lakers llegaron con objetivos claros, mientras que los Mavericks siguen buscando respuestas. Y en medio de todo, Doncic fue el centro de atención, brillando en el lugar donde se convirtió en estrella, aunque esta vez como rival.
Su regreso no solo fue una exhibición de talento, sino una muestra de madurez. Luka demostró que puede rendir bajo presión y ante una afición que, aunque dividida, aún lo respeta profundamente. Fue una noche especial, con un guion perfecto para los amantes del deporte.