En una demostración contundente de talento y liderazgo, Anthony Edwards encabezó a los Minnesota Timberwolves hacia una rotunda victoria de 115-70 sobre los Denver Nuggets el pasado jueves por la noche para igualar la serie 3 – 3.
Edwards Brilla con 27 Puntos
La actuación de Edwards fue simplemente estelar, anotando 27 puntos y guiando a su equipo para salir de un bache en la serie. Su juego dinámico fue evidente durante todo el partido, culminando en un gesto simbólico donde mostró siete dedos a la multitud, señalando su determinación de llevar la serie a un decisivo Juego 7.
Jaden McDaniels fue otra figura crucial en el éxito de los Timberwolves. Contribuyendo con 21 puntos, McDaniels también demostró una destreza defensiva excepcional. Su aporte ofensivo, a menudo considerado un extra, resultó crítico en este juego.
Encestó 3 de 5 desde más allá del arco y añadió varias volcadas oportunas que encendieron a la multitud local. Su juego integral proporcionó a los Timberwolves una chispa muy necesaria, particularmente al energizar al equipo y a los aficionados.
Mike Conley, regresando de una lesión, anotó 13 puntos e influyó significativamente en el desempeño de los Timberwolves.
Su presencia en la cancha trajo una sensación de estabilidad y organización a la ofensiva de media cancha del equipo, que había estado visiblemente ausente en el Juego 5 durante su ausencia.
La experiencia y liderazgo de Conley fueron instrumentales para asegurar que los Timberwolves ejecutaran sus jugadas de manera eficiente, manteniendo su ventaja competitiva a lo largo del partido.
Los esfuerzos combinados de Rudy Gobert, Karl-Anthony Towns y Naz Reid fueron cruciales para asegurar la victoria.
El trío colectivamente acumuló 38 rebotes, jugando un partido implacable que limitó al MVP de la NBA, Nikola Jokic, a unos relativamente tranquilos 22 puntos.
huge impact from Jaden McDaniels. 💪 pic.twitter.com/qTfj6CZfIx
— Minnesota Timberwolves (@Timberwolves) May 17, 2024
Paliza Histórica
El margen de victoria de 45 puntos de los Timberwolves fue el más grande en un juego de postemporada desde 2015, cuando los Chicago Bulls derrotaron a los Milwaukee Bucks por 54 puntos en un partido decisivo de primera ronda.
Esta paliza marcó un cambio significativo para los Timberwolves, que habían luchado en los juegos anteriores de la serie. La victoria no sólo revitalizó la confianza del equipo, sino que también demostró su capacidad para competir a un alto nivel cuando más importaba.
Anthony Edwards destacó la confianza renovada del equipo, señalando que en los tres juegos anteriores los jugadores se habían sentido desanimados.
El decisivo Juego 7, que determinará quién avanza a las finales de la Conferencia Oeste, está programado para llevarse a cabo en Denver la noche del domingo.
Edwards había asegurado previamente a un miembro del personal del vestuario en el Ball Arena que los Timberwolves forzarían un Juego 7, mostrando su confianza y liderazgo.
Jamal Murray tuvo una noche difícil, anotando solo 10 puntos con un 4 de 18 en tiros de campo mientras lidiaba con un codo dolorido.
Sus problemas se vieron agravados por la presión defensiva de los Timberwolves, particularmente de McDaniels y Edwards, quienes lo mantuvieron fuera de ritmo. La mala noche de Murray incluyó un notable tiro al aire con la punta de los dedos y varias otras oportunidades perdidas.
Rachas Significativas
La banca de los Nuggets fue superada 36-9 por los reservas de los Timberwolves, con siete de esos puntos llegando en los últimos cinco minutos del juego. Esta disparidad destacó la profundidad y efectividad de la banca de Minnesota, que jugó un papel crucial en mantener y extender su ventaja.
El juego contó con varias rachas significativas de los Timberwolves, incluyendo una oleada de 20-0 por parte de los titulares en el primer cuarto y una racha de 24-0 por los reservas en el cuarto cuarto.
Estas rachas fueron instrumentales para construir y solidificar su sustancial ventaja, llevando finalmente a la histórica ventaja de 50 puntos.
La derrota por 45 puntos también fue la peor derrota en playoffs sufrida por un campeón defensor de la NBA, subrayando la magnitud del desempeño de los Timberwolves y la severidad de las dificultades de los Nuggets en este juego.