En medio de los playoffs de la NBA, donde cada posesión cuenta y cada decisión se magnifica, el Juego 5 entre los Knicks de Nueva York y los 76ers de Filadelfia, que terminó 106 – 112 en tiempo extra a favor de los Sixers, proporcionó un ejemplo destacado de las intrincadas estrategias que pueden definir el resultado de un partido.
Si bien el triple ganador de Donte DiVincenzo acaparó merecidamente los titulares, es imperativo analizar los eventos que llevaron a ese momento crucial y las decisiones tomadas por ambos equipos, especialmente los Knicks, que finalmente dieron forma a la narrativa del enfrentamiento.
El Juego Se Definió en Los Detalles
El clímax del juego fue precedido por una serie de momentos críticos, comenzando con el rebote ofensivo de Isaiah Hartenstein que otorgó a los Knicks una posesión crucial.
El bloqueo posterior de Hartenstein en el intento de layup de Tyrese Maxey no sólo preservó la estrecha ventaja de un punto de Nueva York, sino que también preparó el escenario para lo que estaba por venir.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos defensivos de los Knicks y las hazañas de DiVincenzo, los 76ers aún tenían el balón con 6.6 segundos restantes y la oportunidad de forzar la prórroga.
Aquí es donde la toma de decisiones de los Knicks fue objeto de escrutinio. En lugar de hacer falta a Maxey para evitar un potencial triple que igualara el juego, los Knicks optaron por defender la posesión directamente, poniendo sus esperanzas en detener el intento de último momento de Joel Embiid.
Si bien esta estrategia dio resultado en el Juego 2, con Embiid fallando el tiro, el rayo volvió a caer en el Juego 5 cuando Maxey encestó un triple que igualó el juego, enviándolo a la prórroga, donde los Knicks finalmente sucumbieron a la derrota.
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— NEW YORK KNICKS (@nyknicks) May 2, 2024
La Estrategia Cuestionada
La razón detrás de la renuencia del entrenador de Nueva York Tom Thibodeau a hacer falta a Maxey sigue siendo ambigua. Algunos especulan que fue una elección estratégica destinada a proteger a sus jugadores de críticas potenciales o una reticencia a revelar insights tácticos.
Pero al examinar más de cerca, es evidente que Miles McBride tuvo oportunidades de hacer falta a Maxey pero se abstuvo de hacerlo, permitiendo que Maxey avanzara con el balón sin oposición y encestara el tiro que igualó el juego.
Desde un punto de vista estratégico, esta decisión desafió el razonamiento estadístico, ya que la probabilidad de éxito favorecía ampliamente hacer falta en escenarios tan tardíos del juego.
Los entrenadores suelen optar por hacer falta para evitar que el equipo contrario intente un tiro que iguale o gane el juego, especialmente cuando no quedan tiempos muertos para el oponente, como fue el caso de los 76ers en el Juego 5.
La ausencia de tiempos muertos para los 76ers influyó significativamente en la dinámica de la situación de fin de juego. Sin la capacidad de avanzar con el balón, Filadelfia enfrentaba una tarea difícil para ejecutar una jugada que igualara el juego.
Al hacer falta a Maxey antes, los Knicks podrían haber obligado a los 76ers a recorrer toda la cancha, disminuyendo así sus posibilidades de un tiro de empate exitoso.
El Enfoque Cauteloso de Thibodeau
El estilo de entrenamiento cauteloso de Thibodeau, caracterizado por una preferencia por estrategias con aversión al riesgo, desempeñó un papel crucial en la toma de decisiones de los Knicks.
Su deseo de asegurar victorias rápidamente y evitar jugadas que pudieran alterar el juego probablemente contribuyó al fracaso del equipo de hacer falta a Maxey en el Juego 5. Sin embargo, las repercusiones de esta decisión pueden resultar significativas, especialmente si los Knicks no logran avanzar en los playoffs.
La renuencia de los Knicks a hacer falta a Tyrese Maxey en el Juego 5 ejemplifica el delicado equilibrio entre riesgo y recompensa en situaciones de fin de juego.
Las decisiones estratégicas de Thibodeau, aunque fundamentadas en la precaución, finalmente le salieron mal, subrayando la importancia de asumir riesgos calculados y tener visión estratégica en escenarios de alto riesgo.
A medida que avanzan los playoffs, los equipos deben aprender de estos momentos para navegar efectivamente las complejidades de las situaciones de fin de juego.