En un fascinante enfrentamiento en la Copa Mundial FIBA en Manila, el equipo de Estados Unidos mostró su destreza en el baloncesto, derrotando a Grecia con un marcador decisivo de 109-81. Navegando a través del torneo, el equipo estadounidense cuenta con un récord encomiable de 2-0, habiendo superado previamente a Nueva Zelanda. Con Grecia sin los servicios de su jugador as, Giannis Antetokounmpo, el escenario estaba listo para que estrellas estadounidenses como Austin Reaves, Jalen Brunson y Anthony Edwards dieran un paso adelante, y no decepcionaron.
Segunda victoria de Estados Unidos en FIBA contra Grecia
En una exhibición magistral en Manila, el equipo de Estados Unidos logró su segunda victoria en la Copa Mundial FIBA, dominando a Grecia 109-81. Con un comienzo estelar de 2-0, previamente abrumaron a Nueva Zelanda en su campaña.
Grecia luchó evidentemente sin el jugador estrella Giannis Antetokounmpo. El equipo estadounidense vio a Austin Reaves de los Lakers liderando con 15 puntos, mientras que Jalen Brunson de los Knicks y Anthony Edwards de los Timberwolves aportaron 13 puntos cada uno. Georgios Papagiannis fue el destacado de Grecia, anotando 17 puntos en un período de 23 minutos.
Representando a los New York Knicks con distinción, Josh Hart llamó la atención con su excepcional habilidad para controlar los tableros. Mostrando una extraña habilidad para anticipar la trayectoria del balón, Hart logró asegurar cinco rebotes ofensivos cruciales.
Sorprendentemente, este esfuerzo individual de Hart coincidió con la cuenta de rebotes ofensivos de todo el equipo griego para el juego. La superioridad del equipo de Estados Unidos estuvo en plena exhibición durante todo el concurso, ya que mantuvieron el liderazgo consistentemente al final de cada cuarto, lo que refleja su coordinación y estrategia perfectas.
Brunson, con su agudo coeficiente intelectual de baloncesto, surgió como una pieza clave para las maniobras ofensivas del equipo. Su aguda visión en la cancha aseguró un movimiento fluido del balón, estableciendo a sus compañeros de equipo en posiciones privilegiadas.
Este trabajo en equipo y sinergia se tradujo en estadísticas impresionantes: el equipo de Estados Unidos convirtió magistralmente oportunidades, acumulando 25 asistencias en 34 tiros de campo exitosos, y también mostraron su precisión desde la línea de tiros libres, hundiendo 34 de sus intentos.
¡Fácil la primera! 😏
USA 🇺🇸 derrotó a Nueva Zelanda 🇳🇿 en su primer partido de la Copa Mundial FIBA 🏀
Paolo Banchero 21 puntos, 4 rebotes y 4 blocks pic.twitter.com/2UgpA038BO
— All Sport News (@All_SportNews) August 26, 2023
Papagiannis: El faro temprano para Grecia
En los primeros momentos del juego, Georgios Papagiannis surgió como un faro de esperanza para el equipo griego, afirmándose con autoridad y habilidad. Su dominio en la pintura dejó claro que era un jugador a tener en cuenta. Sin embargo, a medida que avanzaba el partido, Austin Reaves del Equipo de Estados Unidos cambió drásticamente la narrativa del juego. Con un robo electrizante seguido de una volcada de alto vuelo, Reaves no solo puso a la multitud de pie, sino que también obligó a la gerencia griega a pedir un tiempo muerto, con la esperanza de reagruparse y recalibrar su estrategia.
A pesar de los esfuerzos enérgicos y la determinación de Grecia en la primera mitad, el escenario cambió después del medio tiempo.
Los estadounidenses, mostrando su profundidad y talento, comenzaron a alejarse, ampliando la brecha de puntuación. La precisión de Brunson desde más allá del arco fue especialmente notable, con uno de sus triples que extendió la ventaja estadounidense a 22 puntos, el margen más grande del juego.
En el último cuarto, el triunfo del equipo de Estados Unidos se vislumbraba en el horizonte, sus jugadas estratégicas y sinergia pintaban una imagen de dominio. A pesar de su evidente ventaja, un rayo de esperanza brilló para Grecia cuando Thanasis Antetokounmpo se elevó para un golpe atronador.
La multitud estalló, electrificando momentáneamente la atmósfera. Sin embargo, esta singular muestra de brillantez no pudo anular la narrativa general del juego. Desafortunadamente para Grecia, las posteriores oportunidades perdidas de Thanasis al comienzo de la segunda mitad disminuyeron aún más sus perspectivas, haciendo que la inminente victoria del Equipo de Estados Unidos fuera aún más segura.
